En Jung Ki Kwan España seguimos avanzando. Esta vez debemos referirnos a la organización del primer curso de Hapkido en el Yong Mu Doyang de Sevilla. Contamos con la participación de nuestros buenos amigos (cada vez más) del Sung Li Doyang de Espartinas; aunque debemos destacar la presencia en este curso de lo que podríamos llamar la Jung Ki Kwan de Ultramar, pues pudimos contar con la presencia de varios alumnos con cinturón morado del maestro Javier Romero que no residen habitualmente en Sevilla pero siguen entrenando, lo que hace que su pertenencia a la asociación sea un mérito especial.
Toda esta mezcla nos ha permitido practicar con compañeros que no son los de todos los días, lo que obliga a estar más fino de lo normal porque no nos conocemos las muñecas que tienen ni hasta donde podemos llegar en las técnicas.
Una vez que se completaron las formalidades administrativas y entramos en calor (literalmente, porque el calentamiento se extendió un buen rato con divertidos juegos en pareja e individuales, aparte calentamiento con técnicas tanto caídas, técnicas de puño y piernas), el maestro Javier comenzó a explicarnos técnicas de los programas de cinturón amarillo para verde, mayoritariamente pero no de forma exclusiva. De hecho, hemos podido practicar algunas cosas que tenían toda la pinta de pertenecer al programa de cinturones de colores más avanzados que los nuestros, porque se nos resistieron un poco al principio.
En esta primera parte, trabajamos las técnicas de luxación de los primeros niveles y defensa con esquiva, aparte de proyecciones básicas, pero no menos importantes que las técnicas del resto del programa.
En el entretiempo compartimos comida, conversación y bromas en un chino cercano al doyang. Aunque justo antes llegó el momento más emotivo del curso, una sorpresa que nos tenían preparada los maestros Javier y Víctor. Los asistentes que se examinaron el 23 de marzo recibieron sus cinturones amarillos. No se han podido entregar los diplomas, con lo que cuando lleguen podremos hacer una nueva ceremonia de entrega.
Por la tarde, tras las técnicas de respiración adecuadas para volver a calentar el organismo, seguimos tomando contacto con técnicas más avanzadas de luxación, proyección y defensa, de forma que todos los participantes pudieron avanzar en su nivel. Por último se realizaron técnicas de apagado de velas con puño, una demostración del control interior de la energía, prácticas internas que muestran que el arte marcial es mucho más que un conjunto de técnicas de agresión y defensa.
Hemos tenido, pues, dos momentos históricos para nosotros en un mismo día. Y allí estuvimos.
David Garnica y Javier Gómez.
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